martes, 25 de enero de 2022

Así llegué. Cap. 4. El besamanos

 Capítulo 4
El Besamanos


Cuando Heraclio concluyó su intervención, la primera en abrirse paso entre la multitud y colocar un collar de flores sobre Heraclio fue Gloria Carrera, dirigente del grupo de mujeres morenistas, viuda desde el primer año de matrimonio, dedicó su vida al cuidado de su único hijo, obligada por las circunstancias encontró una forma de auto emplearse, vendiendo artículos de catálogo para mujeres, que le permitió conocer en una de sus demostraciones a la Delegada Nacional de Morena en Oaxaca, Norma Batís, oriunda de San Pedro Chicozapotes, Cuicatlán, con ella convinó sus actividades, llevando sus catálogos y el mensaje del partido político al interior de la sierra cuicateca, mazateca, y la pared mixteca de la cañada. Su organización contaba con al menos 2300 madres de familia en toda la región, a quienes dirigía económica, social y políticamente. Su aspecto físico contribuyó mucho para la consolidación de su liderazgo, de complexión robusta superior al promedio de cualquier mujer,  con voz grave, afectada por aspirar mucho polvo  a lo largo de su andar por su tono de piel característico de la raza negra afro descendiente. Se escuchan varias versiones sobre su origen, dicen que era descendiente de un grupo de esclavos africanos que desde el siglo XVII fueron usados para la producción de caña de azúcar, desde la planicie de Tehuacán hasta las demarcaciones territoriales de Calipan, Coxcatlán, Nanahuatipan e Ignacio Mejía, haciendas ubicadas en Puebla y Oaxaca.


Heraclio, en un gesto de aceptación, se quitó el saco y se volvió a colocar. La importancia del collar es, porque representa un símbolo de reconocimiento que se hace a una persona  por su talento, por su trayectoria, por su liderazgo. Ambos posaron para la foto, pidiendo al fotógrafo que enfocara en segundo plano, al estrado que con letras grandes indicaba con la Leyenda “Sesión Solemne de Toma de Protesta, Agua Zarca, Oaxaca. 01 enero 2019. Un gobierno del pueblo y para el pueblo”. Ella, portaba en un huipil mazateco con listones y bordados de colores, se distinguía de cualquier mujer por la obesidad de su cuerpo y el color de piel.


–Felicidades Presidente —le dijo, con energía desbordada —Sabía perfectamente que usted sería la persona adecuada para hacer ganar al partido y ya ve, ¡yo nunca me equivoco! —Le tomó el brazo derecho y se aproximó a la mano a Heraclio —Ahora que es presidente, claro, con la ayuda que le dimos las mujeres Zarqueñas seguramente vamos a recibir mucho apoyo de usted. ¿Cuándo hablamos? Para ver que podemos hacer por las casas de las morenas, necesitan techos, paredes, queremos ayuda económica, usted me entiende ¿no? —Ella la mano, le mostró la suya, con movimientos de los dedos representando dinero.




El comentario de Gloria Carrera y la señal de dinero en sus manos, tomó por sorpresa al presidente Rojas, se sintió ofuscado por la expresión delante de tanta gente, que pudiera mal interpretar dolosamente sus palabras, muy poco pudo responder, más allá de balbucear una indescriptible aceptación. A tiempo fue interrumpido por el Delegado de Gobierno, Ernesto Duarte. Para aquel entonces, los representantes del gobierno estatal y federal, se acercaban al presidente Rojas, tratando de llamar su atención, no faltaban los empujones y los saltos de los primeros que quería tomarse con la foto. 


—¡Presidente! —Le expresó el Delegado de Gobierno, Ensimismado en el gusto de haber participado en la toma de posesión, se le dirige en un tono ceremonioso. —Reciba usted un cordial y afectuoso saludo de nuestro amigo el licenciado Ricardo del Valle Pedregosa y Ahumada, Gobernador Constitucional de éste hermoso Estado de Oaxaca, quien, por mi conducto, me ha autorizado para brindarle un afectuoso saludo y dar fe de la asunción al poder de su personalidad al frente de San Agustín Agua Zarca.


Heraclio, con calma, le respondió —Muchas gracias contador, igualmente agradezco su atención y la encomienda de la representación oficial que el señor gobernador ha confiado en su persona y desde este momento, le manifiesto mi más amplia colaboración y esfuerzo por hacer cumplir, no solamente las leyes, sino la forma de gobierno del Licenciado Ricardo del Valle, acercando el bienestar a las familias.


Deteniendo la respuesta del Presidente Municipal, el Delegado de Gobierno lo interrumpe, tomándole del brazo, acercando de manera pretensiosamente ambiciosa su humanidad. —Precisamente sobre ello deseo hablar con usted.




Acercó sus labios delgados, casi cubiertos con un bigote entrecano —Quiero que nos pongamos de acuerdo presidente, sobre como gobernar y ver de qué manera podemos beneficiarnos.


El presidente asiente con la cabeza y se separa del Delegado de Gobierno e indica con inteligencia. —Claro contador, el próximo miércoles le envío a un propio para acordar la fecha.


Fue interceptado por Martín el Loco, el acólito de la parroquia, una persona que nació con discapacidad física e intelectual. —DLe hafbla el padre Linfdo —le volvió a decir.


Martín había sido negado por su familia, el padre Rosalindo lo recogió a las puertas de la hacienda El Romadito. Sus padres, eran unos hacendados, desde recién nacido advirtieron que era un niño distinto, diferente a todos los demás, les causaba extrañeza la redondez de su cara, los ojos rasgados y el grosor de sus manos. — ifce el padfre que quiefre hafblar con usted. Le recordó al Presidente.


Heraclio apenas había logrado entender lo que Martín le quería decir, subió la mirada y al fondo en primer plano, casi a tres metros de distancia le hacía señas el Padre Rosalindo. Se abrió paso entre la gente y fue directamente a ver al párroco. Con ambas manos le tomó la mano derecha —Padre, buenos días. 


—Hijo, Dios esté contigo —Le responde, aguardándolo, para que llegará hasta él, extiéndele la mano boca abajo, haciendo cazuelita, para que Heraclio pidiera su bendición y besara su investidura. 


El padre Rosalindo, llegó a Agua Zarca, hace veinte años, cuando el pueblo enardecido lincho en el atrio de la parroquia al padre Cute, acusado de haber fomentado ideas sexualmente precoces en los niños. Realmente su intención fue distinta, pero una sociedad encerrada en su idiosincrasia, intentó romper los tabúes sociales sobre el sexo en la población adolescente, hombres y mujeres, orientando sobre la orientación sexual y la libertad que cada uno tiene para elegir la persona y el momento para entregarse; sin embargo, para las congregaciones católicas esos temas no deberían ser abordados por la gente de Dios, acusaron de blasfemia, herejía, insurrección y alta traición a la iglesia. Un jueves veinte de marzo, en plena semana santa, el pueblo no le permitió oficiar la celebración eucarística del viernes de dolores; por la noche una veintena de personas, con la complacencia del director del reclusorio, liberaron a tres reos acusados de violación, ellos ingresaron por la sacristía hasta el dormitorio del padre, de un golpe seco en el estómago le despertaron, pero no pudo defenderse, el golpe le había lesionado el diafragma lastimando los pulmones, impidiéndole respirar; los tres abusaron sexualmente de él, al despertar fue encontrado muerto con el cuerpo desnudo, amoratado, boca abajo, amordazado, atadas las manos a la luna de la cama y los pies a las patas de esta, su rostro totalmente irreconocible dejaba caer colgajos de piel sobre las blancas sabanas que ahora contrastaban con el rojinegro pastoso de la sangre coagulada.


—Ave María —Reverenciando la presencia del padre, Heraclio se acerca al padre. —Sin pecado concebida —le respondió el cura. Haciendo la señal de la cruz, sobre el cuerpo de Heraclio, le indica —Dios padre, dios hijo y dios espíritu santo, desciendan hasta la tierra, para apoyarte a conducir el destino de Agua Zarca y que todas sus bendiciones de los santos y los arcángeles orienten tus decisiones. —Con este simple acto ceremonial, quedada de manifiesto la bendición de dios sobre la nueva administración municipal. Ya repuestos ambos, pero conservado la voz queda, la voz de confesor, el padre Rosalindo expresó:


—Bueno hijo, ahora que ya estas como presidente, quisiera que nos pudiéramos reunir, creo que tenemos mucho de qué hablar, sobre cómo nos administramos en la oficina parroquial y los apoyos que necesitamos. —Claro padre, usted dígame —Le respondió Heraclio.

Con voz firme, pero con bajo volumen solamente audible Heraclio le dijo al oído —Te he dicho que mejor nos veamos en la oficina parroquial Heraclio, porque es bastante largo y tendido lo vamos a abordar, mira date vuelta y desde aquí se ve que desde hace mucho tiempo que no se le ha dado una manita de gato al templo, ¡mira sus paredes!, hace unos años eran blancas, ahora están manchadas de negro, enmohecidas, agrietadas y en algunas partes se las ha caído el repello; la cúpula, ya perdió el brillo de los listeles de  talavera poblana. Nuestra fe necesita mucho de tu apoyo Heraclio y eso que no has visto mi oficina, por dentro está toda empolvada, sucia, fría, negra y ahora que tenemos un gobierno ciudadano, deberíamos de tener también un templo y oficinas parroquiales a la altura del cambio social que estamos dando en el pueblo; por cierto, las cincuenta y dos congregaciones católicas te manifiestan su apoyo, ya ves, que doña Vicenta a fuerza quería que su hijo fuera el presidente municipal, pero no Heraclio, a ese chamaco le falta mucho por aprender, ¿Te acuerdas? Estaba proponiendo la unión civil de los putos, eso es una barbarie, ¿en qué tipo de sociedad vivimos? Pero lo bueno, es que retomamos el buen camino y decidimos apoyarte, porque sabemos que contigo, vamos a tener mucho apoyo, ¿verdad Heraclio?


—Si padre, no se preocupe —Respondió el presidente ya casi, al comienzo del enfado.


Ni bien acabada de dar una segunda bendición el padre Rosalino a Heraclio cuando, Rosaura Medina, presidenta de la Unión de Productores de Agua Zarca, abriéndose paso entre empujones pone en manos del Presidente Municipal un arreglo de frutas y se dirige al Padre Rosalino —Padre, me va a permitir usted al Presidente, si quiere ya después le da todas las bendiciones que usted quiera, por lo mientras, reciba usted presidente esta pequeña ofrenda que la unión de productores le hace entrega y le pido, más bien, le exijo, que como nuestro nuevo representante, ponga todas sus atenciones en el sector productivo del pueblo, porque nosotros somos quienes arriesgamos nuestro pequeño y limitado capital para ponerlo a producir, generar los empleos que nuestro pueblo necesita, para que las familias lleven el sustento a sus hogares, usted sabe, porque nos lo dijo en campaña, que el campo había quedado olvidado para el gobierno, entonces, no se olvide usted también, queremos acciones concretas para hacer frente a las enfermedades de las plantas, el combate a la mosquita blanca y otros parásitos, demandamos seguridad señor presidente,  en los caminos para que nuestras cargas de limón, ciruela, melón, sandía, chicozapote, papaya y nuestra fruta tradicional el mango, lleguen a su destino, sin la amenaza de que las gavillas se los puedan robar en el camino, exigimos mayor apoyo para la apertura de mercado y convenios con empresas multinacionales para exportar nuestros productos, sí otros estados lo están haciendo, ¿Por qué nosotros no?  Sería totalmente lamentable que su administración cayera en lo mismo de siempre, gobierno van y gobiernos vienen, pero nadie regresa a cumplir sus promesas, solo viene a hablarnos, a dorarnos la píldora y nomas, no pasa nada, discúlpeme presidente, pero como dice el dicho, “la mula no era arisca, sino que la hicieron a palos”, y así nos han tratado. 

Con atención Heraclio le respondió —Lo entiendo Rosaura, no te preocupes, agradezco tu franqueza y mira, apártame el próximo domingo y nos reunimos con tu gente, quiero que desde ahora podamos generar una agenda de compromisos para levantar el campo, ¿estamos? Ella le respondió llena de alegría —¡Estamos! presidente, no me falle. Heraclio le devolvió la respuesta —claro que no Rosaura.


Heraclio, escuchó atento a Rosaura y no advirtió que los tres regidores priistas y el Ingeniero Leobardo Canales, Presidente del Comité Municipal del PRI, se acercaron sigilosamente a sus espaldas; cuando saluda de mano y se despide de Rosaura con un abrazo, se gira para quedar de frente con sus opositores políticos, ya no pudo y ni podría evitar hacerles frente, le rodearon y en sus miradas aún se percibía el rencor que naturalmente genera la traición, le susurraron casi al oído.


-Heraclio, el hecho de que tú y MORENA, hayan ganado la elección, no significa que vas a gobernar solo, va a ser imposible borrar de tu mente que fuiste priista y que nos traicionaste, te vamos a estar vigilando Heraclio.


Heraclio perplejo, le respondió —¿Qué pasó compadre? 


Leobardo Canales con rostro adusto y arqueando las cejas por el coraje, le respondió —¿Compadre? Tu chingada madre cabrón, pinche traidor de mierda, te vamos a estar vigilando.


Así como llegaron, iniciaron su retirada, sigilosos, solo la voz temblante del Heraclio, les pauso en su huida. —¡Como quieras compadre, ya sabes donde ando!


Heraclio, no supo que más decir, realmente esta expresión fue de miedo, de desconcierto, de sentirse solo y cargar con la culpa de haber traicionado a su instituto político. La gresca fue observada por la mayoría de las personas que aún se encontraban en el acto, se mantuvieron callados, más de uno pensó las cosas y decidió no intervenir, principalmente, por miedo.


El miedo a Leobardo Canales, se gestó desde que éste tenía doce años de edad. Él cursaba el tercer año en la escuela primaria de la Ranchería Cumbre Grande, golpeaba a sus compañeros, les levantaba la falda de sus compañeras, insultaba a los maestros y perdió el respeto por su madre, finalmente terminaron por expulsarlo. De joven abandonó su tierra y se fue a vivir al paraje Barranca la Escalera cercano a Agua Zarca, con esquilmo construyó una palizada, que casi ni ocupaba, se la pasaba borracho de pueblo en pueblo, este tipo era un desarrapado, vivía de las limosnas, se decía que los capataces lo contrataban para ajusticiarse a la gente incomoda. De alguna manera, que nadie ha podido explicarse, enamoró a Blanquita Carrasco, hija de Don Heliodoro Carrasco, el más grande hacendado de la zona. Con el antecedente de Leobardo,  lo más lógico era que lo echaran de la casa de Blanquita, pero para sorpresa de muchos Don Heliodoro dio su consentimiento para que ambos se casaran, al cabo de un año se murió su suegro, en un accidente de caballo, cuando subía la sierra mazateca para levantar la cosecha de sus cafetales, dado que Leobardo fue el único que estuvo con él, le dio los primeros auxilios pero no pude hacer gran cosa, falleció en el momento; en la lectura de su testamento dejó todos sus bienes a su único yerno, de alguna manera se explicaba dicha decisión porque el difunto tenía un carácter misógino, ignoró a sus hijos y nueras; al menos eso dijo el notario, en menos de un mes Leobardo vendió las tierras y la hacienda, dejó a Blanquita y compró tierras en Agua Zarca, contrató peones y adquirió vehículos, comenzó vendiendo productos agrícolas en Ejutla, Miahuatlán, en la ciudad de Oaxaca y posteriormente en Puebla y Veracruz. En cierta ocasión, mientras se paseaba por el Zócalo de Agua Zarca con Catita Mijangos, una jovencita de 17 años de edad, de la cual había obtenido el permiso para cortejarla, por interés económico de sus padres, los hijos de Don Heliodoro le fueron a reclamar, él no les dio oportunidad para soltar la rabia que le tenían, los tres Carrasco cayeron muertos con un balazo en la frente, Leobardo en todo momento argumentó la legítima defensa. Su participación en política inició por chiripeada, cuando el Lic. Eliseo Jiménez Ruiz, en aquel entones, Gobernador del Estado realizó una visita de trabajo a Zimatlán de Álvarez, coincidió en aquel lugar que también Leobardo andaba por el Baratillo, se estaba asegurando la compra de tres yuntas para sus nuevas tierras que había comprado en Otatitlán de Morelos. Ignorando el carácter de la reunión, le llamó la atención la muchedumbre, se acercó en el momento justo en el que el gobernador solicitaba la presencia del Presidente del Comité Municipal del PRI, de Agua Zarca, sin embargo, nadie contestó, Leobardo, ante una manifiesta falta de interés sobre el desarrollo de la reunión, levantó la mano y se presentó, el Gobernador sin cerciorarse de su antecedente lo nombró Presidente Municipal del PRI, le entregó su nombramiento, los Documentos Básicos, una cajita con 100 formatos de credencial de afiliación y un mazo con 500 trípticos de su partido. Al regreso de Zimatlán, Leobardo, entró a las oficinas municipales del PRI  en Agua Zarca, a empujones sacó a las personas que estaban en su interior, colocó en una pared su nombramiento, mando a llamar a su capataz y lo nombró Secretario del Partido, hizo traer a todos sus peones y registró a 78 nuevos integrantes de su partido, cuando hicieron acto de presencia los exintegrantes del Comité Municipal, que por cierto no llegaron a la reunión del Gobernador, por carecer de recursos para poderse trasladar hasta Zimatlán, denunciaron la usurpación de funciones, Leobardo al control del partido, en el acto instaló la asamblea y con mayoría de sus peones, quienes ya eran nuevos priistas, se autoproclamó Presidente Municipal del PRI de Agua Zarca, mandó a traer el nombramiento otorgado por el Gobernador y a mano con un bolígrafo, tachó el nombre de Zimatlán de Álvarez y escribió el nombre de San Agustín Agua Zarca, para que no quedara dudas, lo remarcó en varias ocasiones, nunca contendió como candidato a Presidente Municipal Constitucional, él advirtió que no gozaba de la simpatía de la población; sin embargo, siempre detentó el poder político de su partido, impuso candidatos a Presidente Municipales, no solo de Agua Zarca, sino también en otras demarcaciones municipales del distrito, llegó a imponer a su compadre Rogelio López como candidato a Diputado. Aun cuando la gente sentía desprecio por Leobardo, eran las dadivas económicas lo que lo mantenían en el poder. Logró equipar a un grupo de asesinos con los cuales amedrentaba al resto de la población, que no obtenía sus favores y ajusticiaba al que se le opusiera. Por esas razones, la gente no se metió cuando amenazó a Heraclio, porque algunos ya lo consideraban muerto.


El Síndico Juan Carlos Ferrero, de profesión Contador Público, fue el primer hijo en su familia. Desde pequeño criado con humildes comodidades, que no alcanzaron a gozar sus seis hermanos menores. Estudió en Agua Zarca la instrucción primaria y secundaria, con mucho esfuerzo sus padres lo enviaron a la Ciudad de Tehuacán para estudiar el bachillerato, sin embargo, una helada inesperada echó a perder el cultivo de limones en la huerta de su padre, razón suficiente para que ya no le pudieran costear sus estudios. Él sin nada que perder, en lugar de regresar a Agua Zarca, se montó en el lomo de un tren y llegó a la Ciudad de Puebla de los Ángeles, ahí de inmediato buscó trabajo, fue aceptado en actividades minúsculas y de bajo ingreso, limpiando pisos, lavando autos, cortando césped. Lo que ganaba apenas le alcanzaba para medio comer. Fue más su espíritu por estudiar la Licenciatura en Contaduría Pública, lo que le permitió ganarse un empleo en la Central de Autobuses de Pasajeros de primera clase de la Ciudad de Puebla, con lo que mejoró su ingreso. Esto le permitió causar alta en la Universidad Popular Autónoma de la Ciudad de Puebla. 


Al cabo de dos años la experiencia que había adquirido en el trabajo y sus conocimientos de administración adquiridos en la universidad, ascendió a Auxiliar Contable, cuando terminó la carrera llegó a ser jefe del Departamento de Finanzas de la Terminal de Autobuses. Destacó en su desempeño, tanto que hasta antes de la jornada electoral se había convertido en el Gerente General de Administración y Finanzas.


Al síndico Ferrero, se le puede describir como un personaje de carácter fuerte, capaz de afrontar cualquier problema que le deparara el destino. En ocasiones tal vez, un poco irreflexivo y pragmático. Él definía la vida con una actitud franca, directa e incluso un poco grotesca, lo dejaba ver su personalidad, él decía “Chíngale compadre, porque los de atrás igual le vienen chingando. Muy pocas veces se le escuchó fantasear, generalmente era directo en su intensión, cuando algo se proponía lo cumplía, de sueños casi nunca hablaba, siempre hablara de proyectos, de modo que se imponía metas obteniendo de este modo beneficios personales y económicos.


Desde joven tomó muy en serio su trabajo, se imponía a sus compañeros ante cualquier intento por restar importancia a sus esfuerzos. Sin embargo, aunque de forma muy limitada, de vez en cuando era capaz de escuchar las críticas constructivas. Por su naturaleza perfeccionista se anticipaba a cualquier crítica, incluso antes que su madre lo quisiera reprender él ya tenía la respuesta. En la escuela, en el trabajo, e incluso durante su campaña electoral, se identificó por tener supremacía de razón, sobre cualquier otra persona, incluso sobre Heraclio. El encanto que sedujo a los miembros de su partido por el cual lo nominaran candidato fue su responsabilidad y coherencia, siempre dispuesto a respaldar sus palabras con acciones y no doblegarse ante la necesidad de luchar. Su bandera de campaña fue la expresión en su rostro de sentirse convencido de que toda persona debe saber defenderse sola, que su pueblo no debía esperar a que alguien viniere a salvarle, él más que cualquier otra persona, quería un pueblo prospero sin la clase social parasita que dependía del ingreso público.


Sin embargo, una mala jugada de sus compañeros de partido y una decisión equivocada de su dirigencia, lo motivaron a renunciar la candidatura por la Presidencia Municipal y desde otro partido político, la única institución que le dio abrigo fue el Partido Convergencia por la Democracia. Carlos pensó que él tenía todas las simpatías para ser presidente de Agua Zarca y pretendió una campaña basada en los acuerdos entre los partidos de izquierda, pero solo perdió su tiempo, a casi ocho días del proceso electoral pactó su adhesión y firmó un convenio de coalición con MORENA, así se uniría a Heraclio Rojas, en la segunda posición de concejales. En el acto público se le observó con la mirada perdida, algo retenía su atención y no es el acto protocolario de la toma de protesta, un aire de estupor combinado con molestia, hartazgo y coraje circunscriben su presencia.



Por su parte, Heraclio Rojas, era una persona tranquila, podría decirse, que difícilmente intentaría agredir a Leobardo, con suerte intentaría una defensa, pero nunca sería agarrándose a golpes con alguien; más bien, buscaría una solución inteligente. A Heraclio se le definía más como a una persona líder, pero extremadamente idealista; su forma de ser, a veces ingenua, a veces intuitiva, le generaba dos tipos de escenarios, uno de ellos podría llegar al grado de parecer infantil, debido a esta cualidad, en ocasiones tenía dificultad para ser tomado en serio; pero su otra personalidad, por lo mismo que era más prospectivo, pensaba y planeaba su futuro tendía a ser más discreto, más analítico o más obscuro. Para él las cosas eran de dos colores y sin tonos, veía el mundo en blanco y negro.  Él se autoevaluaba en la situación que se encontrara, analizaba el entorno, pensaba hasta las palabras que tenía que ocupar para poder expresar el mensaje que quería decir, se esforzó en el tino, el tacto y el tono para decirlas, hasta que las dominó con maestría. Tenía la capacidad de poder diferenciar el contenido y el propósito de sus conversaciones, a pesar de que sonaran como ideales, sueños y visiones, estas siempre llevaban el propósito de manipular a su interlocutor. A menudo, los que lo rodeaban, ya fuera su familia, amigos o compañeros de partido, necesitaban tener una enorme paciencia para entender, manejar y controlar su idealismo, sobre todo cuando sus amigos eran mucho más prácticos y consideraban estos razonamientos como fantasías; aun así, todos caían en sus redes. 

Durante su niñez en Agua Zarca, Heraclio pasó años de cierta holgura económica proveído por su padre, él por herencia vocacional se había dedicado a la cosecha de limón, aunque realmente sus ingresos provenían de las cuotas que el Consejo Regional de Productores de Limón captaba de los socios, una organización que fundó casi al final de su periodo de Presidente Municipal, cuando los productores de Michoacán bajaron sus precios, lo que desplazó a esta zona del mercado; como una medida de atención frente a la contingencia, logró motivar a los productores a integrarse en una organización de productores, propuesta a la que se sumaron los productores de Agua Zarca, Santa María Tecomovaca, San Juan Bautista Cuicatlán y estableció la sede en San Juan los Cues, motivó al Consejo Regional para bajar aún más sus precios y en tan solo un año logró establecer convenios con las empresas embazadoras, en la primer helada de 1998 las huertas de limón de Colima sufrieron los efectos del meteoro, se hizo escaso el producto a nivel nacional, un kilo que normalmente alcanzaba un precio de 15 pesos el kilo, después de la helada los productores de Oaxaca lo lograron vender en 110 pesos, lo que mejoró por mucho los ingresos de los productores, satisfechos hasta la fecha siguen pagando sus cuotas. El estado de abundancia económica le permitió a Heraclio estudiar la Licenciatura en Derecho en la Universidad Nacional Autónoma de México, posteriormente emplearse en la Dirección General Jurídica de la Delegación Cuauhtémoc del Distrito Federal, ahí ocupó el cargo de asesor administrativo, escaló hasta llegar a ser Director de Gobierno del Departamento del Distrito Federal. 

Nicolás Juárez, Regidor de Hacienda, era el único que expresaba un mensaje corporal de alegría, a pesar de la rigidez de la ceremonia, su semblante denotaba una leve pero sincera sonrisa, compañero de infancia de Heraclio Rojas, desde adolescentes formaron parte de las filas del Frente Juvenil Revolucionario, juntos egresaron de la Escuela Estatal de Cuadros en la Fundación Colosio del PRI, ambos en la Normal Superior de  Tehuacán conocieron a quienes hoy son sus esposas, e incluso, en el año dos mil ambos contrajeron matrimonio, solo con un mes de diferencia; en donde no pudieron ponerse de acuerdo es en su interés de contender por la Presidencia Municipal, ambos creían tener los mismos derechos, esto los habría de distanciar de por vida.

José Carrera, Regidor de ecología, logró la candidatura a quinto concejal por el PRI, gracias al liderazgo que ejercía sobre el transporte, controlaba los tres sitio taxis de la población, el sistema mixto de transporte y carga, la terminal de autobuses con tres líneas locales y dos foráneas, en total, dirigía a 245 concesionarios, que daban de comer a 735 familias, es decir, a 1,837 sufragios, al perder la elección su equipo, busco por todos los medios formar parte del ayuntamiento, no le correspondía, solo entraban los dos primeros espacios para los concejales del primer partido perdedor, pero eso no le importó, durante tres días cerró las tres únicas vías que tenía del pueblo y el acceso al mercado municipal, el PRI cedió, aceptó que ocupará la primer posición de representación relativa, al fin y al cabo por primera vez el Partido Revolucionario iba a ser oposición, pero debía cumplir con una labor especial, imposibilitar al precio que fuera y con los recursos que hubiera, el buen gobierno del Presidente Rojas, por ese motivo no aceptó la regiduría de obras, él se sentía contento en el manejo de su ramo, el transporte.

Martín Chapula, Regidor de Obras, de todos, es quien ya tiene experiencia en el cargo, había servido como Secretario Municipal en el mandato de la Presidenta Pita Meza y después como Director de Obras en el periodo del Presidente Onofre García, su semblante parecía ser coloquial, no le inmutaba en lo más mínimo la solemnidad de la ceremonia e incluso, su modo de vestir parecía ser el más apropiado para un albañil, llegó al cargo por haber servido toda su vida al Partido Revolucionario Institucional.

Aarón Tiberio, Regidor de Mercados, una persona de bajo perfil humano, en varias ocasiones había sido puesto a disposición del juez calificador por escandalizar en la vía pública, comúnmente embrutecido, perdido en la borrachera, pero con una debilidad, Donita Jiménez, su esposa, una mujer sumamente hermosa, pero materialista y ambiciosa, acabó con la poca fortuna que heredó Tiberio de su familia, siendo hijo único, en el pueblo se corría el rumor que su esposa una noche antes de la toma de protesta le había conseguido la regiduría, aun cuando ésta estuvo amenazada por la impertinencia de Carrera, los atributos que le adornaban fueron bastos y suficientes para convencer al delegado del partido para darle el cargo.

Guadalupe Ramírez, Regidor de Educación, compadre del Presidente Rojas, profesor de matemáticas en la Escuela Primaria Ovidio de Crolly, con carrera magisterial en la Sección XXII de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación, sus ideas radicales muy cargadas a la izquierda, le habían motivado para fundar el Partido Movimiento Ciudadano en Agua Zarca, de un carácter duro e intachable, es quien, con mayor firmeza y responsabilidad tomaría el cargo.

Al final de la fila, casi olvidado por todos, con un dejo de orgullo, sonriente Rosendo “Chendo” Morales, regidor del PAN, en un movimiento casi sincronizado levantaba su brazo.

Posterior al acto de toma de protesta el ayuntamiento compartió una verbena popular, a la que Heraclio solo participó en la comida, una nota escrita en la caja de corbata nueva, reclamaba su presencia en la Ciudad de Oaxaca. Él tomó sus cosas y los documentos para acreditación del cargo ante la Dirección de Gobierno, al menos esa fue la explicación de su salida que le dio a su esposa.

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