FUNDAMENTACIÓN Y MOTIVACIÓN
Y aquí
estoy de nuevo, sentado, sin teclear una sola palabra, frente a la computadora,
sin lograr hilvanar mis pensamientos en una redacción jurídicamente lógica. Pierdo
con mucha facilidad la concentración.
Recuerdo
su andar, por los pasillos del edificio. Su debilidad visual para ver a la
distancia e identificar a quien tiene al frente. Aun así, se resiste a usar sus
lentes. Pero que importa, se siente bien cada que la veo venir.
Para
colmo de males, en uno de esos escapes mentales, le di click a una página de
internet, sobre un tema sin importancia, de la cual ya no me acuerdo, el problema
es que ésta me llevó a otra, y otra, y otra; hora y media perdida. Qué difícil es
pensar y escribir.
En
alguna ocasión dijo -Usted sabe que lo quiero mucho. ¿Cómo debo entender eso?, “Usted”
más allá de la tercera persona plural del pronombre personal, es una loza, que
de ninguna manera me hace pensar que “me quiere mucho”, como yo esperaría que
fuera.
Tomo
el Código Penal, leo el artículo que me interesa. Tomo mi libreta, anoto algo,
generalmente ilegible, parece ser algún tipo de dibujo o línea que une algún
otro signo, igualmente inentendible. Tomo el libro Introducción al estudio del
derecho de Eduardo García Maynez, recuerdo que fue mi libro de cabecera en el
primer año de la carrera, me hace sentir bien. Diez minutos más y sin lograr
una palabra.
Cuando
escucho su nombre siento que quisiera estar con ella. Tomo el celular y le envió
mensajes por WhatsApp, pasan minutos, una hora, dos, tres, medio día, el día
completo y por fin, leyó el mensaje. Y volvemos a empezar, pasan minutos, una
hora, dos, tres, medio día, el día completo y responde: -Ok, que bonito.
¿Qué
tiene que ver la fuerza de voluntad?, ¿Qué carajo tiene que ver el enfoque?,
¿Premisa mayor y premisa menor? Su relación entre ambas, la identificación de
la tesis jurídica y la aproximación a su antítesis. No tiene nada que ver, simplemente
no me puedo concentrar. Ni una sola idea en la cabeza, no sé qué escribir.
Decidido, motivado, cargado de amor propio, indestructible, voy a buscarte. Hoy es el día, por fin voy a hablar, lo tengo preparado, casi de memoria, nada me detiene.
Te
anuncio mi presencia con misterio, toco la división de tablaroca de tu isla;
donde deberías de estar, a esta hora, en este día, en este momento.
Definitivamente,
no es mi día, en un mundo paralelo, mis pensamientos vuelan hacia ella. No me dejan concentrar. Fundamentación, la necesito. Motivación, su sonrisa.
Hoy,
como muchos otros días no es mi día. En lugar de perder el tiempo, debería dedicarlo
a trabajar en lo que realmente importa, redactar el escrito que mañana debo
presentar en el juzgado.